Andrea Martinetti.
La intimidad de los materiales
La obra de Andrea Martinetti muestra y respeta las
posibilidades que le ofrece la realidad de sus materiales. Resulta así una
integración a un nuevo orden en el que el objeto, desposeído de su uso o
función, cobra un nuevo valor dentro de las leyes particulares del cuadro
para dar paso a la realidad de la pintura. Pura armonía que no busca ni
representa más que su lenguaje hecho de silencio, recogido sobre sí mismo.
Como ha dicho Paul Valéry, el pintor busca la pintura en
la continua movilidad de la obra, que es tarea sin fin. Ésta, no sólo es el
producto de la voluntad de creación, de la exigencia del espíritu de ponerse
en acción y encarnar, sino que es un producto en sí mismo, tiene un peso y
una realidad particulares nacidos de esa necesidad interior, pero que es ya
todo exterior.
La obra es así, espejo de su creadora pero al mismo
tiempo la trasciende, actúa independientemente de ella, entregándonos una
imagen del mundo marcada por su huella, pero que finalmente ya no le
pertenece.
Los cuadros de Andrea nos hablan de la realidad de la
pintura, una realidad plena de colores puros, sin matices, sin vacilaciones,
depositaria de una estética cuidada y reveladora.
Junio 2004
Mercedes Reitano
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